¿SE ACERCA EL FINAL?

La derrota que te embosca cuando menos se espera duele. La leyenda del boxeo, un grande de nuestro deporte cae de una manera inobjetable, en una presentación que tiene varios mensajes codificados y que pueden revelar el momento que no queríamos que llegara.

Lento en sus movimientos, sus amagos se quedaron en eso, sus combinaciones repetidas no aparecieron, sus pasos largos para acortar distancia no eran como antes y queda la impresión que la barba del tiempo empezó a crecer con algunas canas.

Impreciso por la falta de intensidad, empujado por una memoria muscular que conocía el libreto, pero que el cuerpo no pudo cumplir. Se lo dijo a Levy Luna de 8 Deportivo, “a veces uno quiere y el cuerpo no obedece”.

Tuvo la menor cantidad de golpes que en sus dos peleas previas, dos primeros rounds con la señal en “off” y un cierre de los dos últimos con la aguja de la gasolina en rojo son señales claras que la magia se cansó. Sabíamos que ese momento llegaría, pero no creímos que empezara la noche del sábado.

No quiere decir que no fue un rival digno, muchos creen que empató la pelea y otros piensan que merece la cuarta, pero qué sentido tendría si el futuro ahora está más empañado por ese enemigo inevitable que te habla en susurros primeros y a gritos desesperados después como es el retiro.

¿Por qué regalar dos asaltos? No tiene sentido guardar la pólvora por seis minutos y solo apuntar y visualizar lo que trae tu rival como si no es suficiente los 24 rounds previos. En una tarjeta que termina empatada y en otra que perdes por dos, la puntuación sería diferente.

Esta fue la peor de las tres peleas para ambos y el fallo más claro de todos; aunque el Gallo Estrada propuso una estrategia en la que no quiso enfrascarse en el golpe a golpe su triunfo no admite cuestionamientos. Mi tarjeta lo puso ganador 115-113, ganando los dos primeros y los dos últimos.

Creo que el mejor Chocolate fue del 7 al 10, pero el Gallo siempre regresó de las brasas cuando lo consideró necesario. El otro asalto que ganó fue el tercero.

Chocolatito ha dejado una huella impresionante en nuestro boxeo, pero las que dejó el sábado son las que lo conducen al Salón de la Fama y a lo que pensábamos que nunca llegaría, el retiro.

Ya no hay nada que demostrar.

By: René J. Pineda

Salir a matar

A juzgar por las fotos después del pesaje del viernes pareciera que lo que menos quieren Chocolatito y el Gallo es hacerse daño hoy en el ring del Desert Stadium de Glendale.

¿Será la mejor pelea? Esa es una promesa de ambos, se tienen muchas ganas y quieren sembrar una pelea inolvidable en el corazón de los aficionados. Muchos creen que puede ser la última del famoso grupo de cuatro pesos pequeños que incluye a Rungvinsai y Carlos Cuadra.

“Tengo la mejor preparación de mi carrera. Van a ver al mejor Chocolate. Van a ver la mejor versión de la trilogía”, advierte Román.

“Soy el campeón y estoy listo para responderle golpe por golpe. Hemos hecho una excelente preparación, me siento fuerte y estoy seguro que los aficionados no quedarán satisfechos y pedirán una cuarta pelea”, señaló Estrada.

Los expertos se reservan el pronóstico, pero piensan que es una pelea que vale la pena ver segundo a segundo. Algunos han confesado que prefirieron viajar a Glendale antes de cruzar el océano atlántico para ver a Fury contra Chisora en Londres.

Estrada no habla de la decisión que le favoreció en la segunda pelea, pero deja al descubierto que en la tercera no quedarán dudas como admitiendo que si puede hacer algo diferente. No quiere que le roben la iniciativa y será el que proponga el ritmo.

Salir a matar puede no verse en el primer asalto, pero después de eso los golpes saldrán como fuegos artificiales iluminando la expectativa de los aficionados enamorados de esta categoría que ha dejado 10 cruentas peleas entre el famoso grupo de cuatro.

Por algún lado compararon a este grupo con el famoso cuarteto de Welters de los ochentas que integraron Marvin Hagler, Sugar Ray Leonard, Thomas Hearns y Roberto Durán. La diferencia es que este grupo son miembros del Salón de la Fama de Canastota y en los pequeños solo Román y Gallo lo serán.

Particularmente creo que la segunda fue la mejor y si la tercera versión cosecha una historia diferente, volveré a ponerme de pie a aplaudir esa capacidad para convertir el boxeo en arte.

5 razones para creer

No es una exageración creer que Román González no solo tiene una sino cinco razones para vencer al Gallo Estrada este sábado en el caluroso y ahora fresco Glendale. La pelea será para recordar; vibrante y espectacular hasta el último campanazo, por muy arrogante que suene anticiparlo.

Hemos argumentado todas las posibilidades sobre una victoria del nicaragüense en el Desert Arena a pesar que puede ser la pelea más difícil de toda en su carrera.

  1. Es mejor boxeador. En movimientos de cintura, en combinaciones, en intensidad de golpeo y en estilo, Román es mejor que el mexicano, sin que eso signifique que ha sido fácil imponerse sobre las grandes habilidades de Estrada . Para ser dos fajadores con tremenda resistencia su técnica es apreciable hasta para atacar.
  2. Lo ha vencido en dos ocasiones anteriores. Para una buena mayoría Román venció al Gallo dos veces y la última vez de forma categórica. No es ley, ni se aplica como dicho que a la tercera es la vencida, que las cosas pueden cambiar en el tercer combate. Veremos un poco más de lo mismo. Román ganó la primera con algunas dudas para una minoría y la segunda la perdió ante los jueces, pero la ganó con más claridad que la primera.
  3. Menos dudas a su alrededor. Román tiene casi tres años más que el Gallo, hasta ahora eso no ha sido un elemento en contra del nica. Sin embargo, el Gallo arrastra algunas dudas como su última pelea, sus dos ataques de COVID, la inactividad y una mano lesionada que lo ha perseguido siempre.
  4. Huele a nocaut. Chocolatito tuvo un magistral round 12 en la segunda pelea, sintió y se vio que metió una buena mano que puso en malas condiciones al Gallo. Amarró con desesperación y sentía que lo desconectaban de este mundo. Ese golpe le ha escondido un deseo al nica que pese a la fortaleza de Estrada lo puede noquear. “Me faltó un poco de energía para hacerlo en ese round final”, dijo el pinolero.
  5. La cuarta pelea. Hemos advertido que es extraño que de la esquina de Estrada y el propio boxeador hablen de un cuarto combate cuando no hemos visto ni un segundo de la tercera. Suena a temores, a proyecto firmado, a preocupación por la condición física y la inactividad. Es un presagio que tiene pies y cabeza, principalmente si vuelven a escribir otra pelea para recordar.

El Gallo es un boxeador con una enorme capacidad boxística, pero Román parece haberle tomado la medida. Nadie se atreve a ser tan atrevido poniendo argumentos que pueden desaparecer en el ring, pero son tan reales como el puño levantado del Nica a la media noche del sábado.

¿Qué pelea veremos?

No es un misterio que será una guerra. No hay intercambio de miradas penetrantes ni palabras groseras para adornar este combate entre Gallo Estrada y Chocolatito González este sábado en el desierto de Glendale. No necesitan montar ningún show para salir al ring con la siempre posibilidad de hacer una pelea grandiosa.

Siempre nos intriga el ¿qué pelea veremos?, pero no es necesario que la curiosidad aparezca como un sentimiento extraño, porque 72 minutos después de brutal intercambio en que se acumulan casi 4 mil golpes el espectáculo está garantizado.

Pelea adentro, intensa, con la media distancia friccionada, desbordante golpeo al cuerpo, combinaciones que vuelan como rayos de un lado a otro, fuerza y deseo mezclados en un momento universal.

“No te arriesgues mucho” se oirá gritar en la esquina del Gallo, pero su voluntad de hierro lo empujarán al fuego con todo el peligro que eso representa. “No te desgastes mucho con tus golpes” se alterará la esquina del Chocolatito, pero será como hablarle a una piedra, en ese corazón guerrero no hay tiempo para las pausas o para pensar demasiado.

Cada uno se toma la pelea como un vencer o morir, si es lo primero sabe que puede ser hasta la última campanada y si es lo segundo lo hará con las botas puestas, con el último tiro en sus puños disfrazado de esperanza.

No espere menos, veremos más de lo mismo, probablemente más intenso que nunca, más sangriento que las dos primeras, puede ser una pelea inolvidable de esas que te crispan la piel y que te dejan de pie ante la hazaña.

El show está garantizado este sábado en el Estadio del desierto de Glendale, Arizona. Un Gallo que sabe que no fue lo suficientemente convincente en su último triunfo y un Chocolatito dispuesto a no dejar dudas de su superioridad.

By: RENE J. PINEDA