5 razones para creer
No es una exageración creer que Román González no solo tiene una sino cinco razones para vencer al Gallo Estrada este sábado en el caluroso y ahora fresco Glendale. La pelea será para recordar; vibrante y espectacular hasta el último campanazo, por muy arrogante que suene anticiparlo.
Hemos argumentado todas las posibilidades sobre una victoria del nicaragüense en el Desert Arena a pesar que puede ser la pelea más difícil de toda en su carrera.
- Es mejor boxeador. En movimientos de cintura, en combinaciones, en intensidad de golpeo y en estilo, Román es mejor que el mexicano, sin que eso signifique que ha sido fácil imponerse sobre las grandes habilidades de Estrada . Para ser dos fajadores con tremenda resistencia su técnica es apreciable hasta para atacar.
- Lo ha vencido en dos ocasiones anteriores. Para una buena mayoría Román venció al Gallo dos veces y la última vez de forma categórica. No es ley, ni se aplica como dicho que a la tercera es la vencida, que las cosas pueden cambiar en el tercer combate. Veremos un poco más de lo mismo. Román ganó la primera con algunas dudas para una minoría y la segunda la perdió ante los jueces, pero la ganó con más claridad que la primera.
- Menos dudas a su alrededor. Román tiene casi tres años más que el Gallo, hasta ahora eso no ha sido un elemento en contra del nica. Sin embargo, el Gallo arrastra algunas dudas como su última pelea, sus dos ataques de COVID, la inactividad y una mano lesionada que lo ha perseguido siempre.
- Huele a nocaut. Chocolatito tuvo un magistral round 12 en la segunda pelea, sintió y se vio que metió una buena mano que puso en malas condiciones al Gallo. Amarró con desesperación y sentía que lo desconectaban de este mundo. Ese golpe le ha escondido un deseo al nica que pese a la fortaleza de Estrada lo puede noquear. “Me faltó un poco de energía para hacerlo en ese round final”, dijo el pinolero.
- La cuarta pelea. Hemos advertido que es extraño que de la esquina de Estrada y el propio boxeador hablen de un cuarto combate cuando no hemos visto ni un segundo de la tercera. Suena a temores, a proyecto firmado, a preocupación por la condición física y la inactividad. Es un presagio que tiene pies y cabeza, principalmente si vuelven a escribir otra pelea para recordar.
El Gallo es un boxeador con una enorme capacidad boxística, pero Román parece haberle tomado la medida. Nadie se atreve a ser tan atrevido poniendo argumentos que pueden desaparecer en el ring, pero son tan reales como el puño levantado del Nica a la media noche del sábado.