La escopeta de Samuel Guadámuz humeaba en el cielo chino en otra noche de drama y gloria para el béisbol de Nicaragua; la pistola del neerlandés Justin Morales reventaba el pecho de nuestros bateadores con un solo imparable en 6.2 entradas hasta que apareció con su chaleco antibalas el granadino Emerson Castro decidiendo un duelazo 1-0 que hizo que el desvelo no se sintiera.
En la alta del séptimo con el amarre a cero carreras, Roger Leyton arrimó una pelota a la zona de seguridad, luego Godwin Bennet bebió sopa de paciencia y se fue a primera con 4 lanzamientos malos de manera consecutiva. El manager Aníbal Vega cambió las piernas de la tortuga Bennet por las de la libre Darren Britton.
El holandés Morales sintió que el miedo le calaba los huesos como un cuchillo afilado, cometió un balk y cuando parecía que todo estaba en manos del emergente Emmanuel Trujillo tres balas cruzaron la zona del artillero nica para poner el segundo out y enfrentar a Castro con un agresivo Britton robándose tercera.
La bala llegó a 91 millas por hora, Castro sacó ese rodado hacia el center que enamoró el guante del parador en corto Gedionne Marlin, mientras Britton anotaba en neutro la carrera de la ventaja.
Guadamuz hizo lo propio, en 5 entradas había espaciado tres hits de Países Bajos y sacó los dos primeros outs del sexto cuando dio su primera base por bolas y Vega no titubeó en traer al relevista Jared Albir que dominó al sexto bate en rodado de escogencia al short.
En el último chance de Países Bajos, Albir empezó poniendo dos bolas malas al primer bateador Marnix Rubén antes de dominarlo en rodado a la primera base; luego puso otras dos bolas malas a Marlin hasta que lo controló en rodado al pitcher y para no perder la costumbre al último bateador le volvió a poner dos malas antes de dominarlo en elevado a la manos del recién ingresado Derek Loáisiga.
¿Emocionante?, no le hace justicia. El universo hoy se reunió para encontrar una nueva palabra para tanto drama. Clasificados para la súper ronda con 4-0 podemos terminar como el único invicto del Torneo si se le gana a Corea, además de ser el único que equipo que arrastraría 2-0 a la súper ronda.
Ganarle a Corea puede darnos con una victoria más adelante la opción a disputar el bronce y si ganamos dos, nos mete de lleno en la final.
Por: René Pineda